La combinación de la fuerza en la voz de Eli Paperboy Reed con la furia de la High & Mighty Brass Band han creado uno de los directos más potentes de la escena del soul actual.

El chico, apodado por la gorra de su abuelo que le acompañaba a todos lados, se ha hecho mayor y lo demuestra en Eli Paperboy Reed meets High & Mighty Brass Band ( Yep Roc Records, 2018), un álbum que presenta de gira por nuestro país.

Para este disco se ha aliado con la High & Mighty Brass Band, ¿cómo ha sido grabar con ellos?

Llevaba tiempo queriendo hacer algo con ellos, tenemos una unión y una conexión muy divertidas. Nunca he visto una brass band de su calibre. Fue una colaboración que salió de forma natural.

¿Buscaba trasladar esa energía del directo a un álbum?

Sí, quería hacer algo especial. El disco es una edición limitada en vinilo, un detalle para que puedan tenerlo los fans. Además, esta va a ser la única gira que hagamos y después se acabará la colaboración. Está pensado como un evento especial y único.

Especial para sus seguidores y para usted, porque revisita antiguos temas.

Tenía la idea de hacer nuevos ajustes a las canciones, darles otro toque, cambiarles el estilo. Este año es el décimo aniversario del álbum Roll With You (2008) y para celebrarlo estoy sacando material exclusivo. Este proyecto es el primero de los regalos que lanzaré. Más tarde, en otoño, publicaremos otra reedición del disco, a la que seguirá mi nuevo trabajo en solitario.

Una década desde su primer gran álbum, ¿cómo lo ve ahora?

Sigo muy orgulloso de él. Hace unas semanas lanzamos la versión remasterizada y aproveché para escucharlo de nuevo, porque hacía mucho que no me lo ponía. Suena genial, no me canso de tocar esas canciones y espero que la gente no se canse de escucharlas. Me emociona crear nueva música, pero creo que ese disco sigue sacando mi mejor versión.

Si pudiera, ¿cambiaría algo del disco?

No creo, todo ocurrió en un momento concreto y preciso en el tiempo. Roll With You era una representación de quién era con 22 años, alguien distinto de lo que soy ahora.

¿Cómo ha cambiado desde entonces Eli Paperboy?

Creo que ha ampliado mi espectro a la hora de acercarme a la música. Antes era un poco estricto con hacer cosas vintage y asegurarme de usar un tipo de micrófono y una cinta... Sigo con esas manías, pero ahora pienso que lo más importante es la música y cómo llega a tus oídos, cómo un artista aborda la grabación; no se trata tanto del material del que dispones, sino de la ejecución.

Ha grabado este último trabajo en cinta, ¿por qué?

Ya que íbamos a grabarlo en directo y nos íbamos a juntar todos en el estudio, pensé que no había ninguna razón para no grabarlo en cinta directamente.

Tener un ordenador en la habitación puede cambiar la atmósfera de la sala y cómo abordas la situación. A veces sale bien, pero cuando haces algo así, tienes la posibilidad de darle al botón de grabar, ver cómo gira la cinta... es una experiencia muy pura y real.

Ha incluido una versión del tema Love On Top de Beyoncé, ¿quería abrir los límites del soul?

Me encanta Beyoncé y todo lo que hace. Me flipa ese tema y encaja muy bien con la banda por su estilo sureño. Mucha de la música de Beyoncé tiene ese toque rudo del sur que podría pasar al góspel de un momento a otro, incluso este Love On Top. Buscaba darle ese último giro, transformarla con mi propio estilo.

Quizás actúe como reclamo para que la gente joven se acerque a este estilo musical.

Eso espero. De todas formas, los jóvenes están muy cerca de la música que hago, no creo que solo toque para gente mayor. Toco para todo el mundo.

¿Cómo es tocar soul en la actualidad?

Cuando comencé, coincidí con la primera oleada de artistas jóvenes que se dedicaban a abrir los caminos del soul allá por el año 2000. Parecía que la ola iba a desvanecerse rápidamente, pero el soul continúa siendo una gran fuerza y es parte del pop. Ahora las bandas tienen miembros más jóvenes de lo que yo era por entonces. Es alucinante.

Ya no luce la gorra que le dio el apodo de Paperboy.

No, no la llevo desde hace bastante, pero el mote se ha quedado conmigo. Está a salvo, guardada en mi apartamento. Tiene muchos rotos y es muy frágil, prefiero mantenerla allí.

¿Qué significa la música en directo para usted?

Puede ser increíblemente gratificante y frustrante a la vez. No hay mejor sentimiento en el mundo que tener a un público y a una banda entregados. Al mismo tiempo, es muy duro si a la audiencia le das igual, si no lo sienten. Pero así es el juego, tienes que salir a trabajar. Supongo que la gente a veces va a los conciertos a socializar y no a escuchar. Si vas a un directo, lo mínimo es que conectes con la música, que la disfrutes, porque para eso está.

¿Espera que su hija siga su mismo camino algún día?

Por supuesto que no [risas]. Puede hacer lo que quiera, no me importa si quiere dedicarse a la música para ganarse la vida, pero es una vida dura. Solo quiero que sea capaz de amarla y escucharla de la misma forma que yo, porque enriquece increíblemente tu vida.